Niños, ya vénganse a comer.
Ya no me pegues porque si no mi mamá se va enojar.
¿Con quién hablan?
Este relato es un hecho de la vida real. Sucedió hace unos meses en ciudad satelite morelos, dos pequeños (Sara y Oscar de 11 y 10 años respectivamente) se pasaban la mayor parte del día jugando a la pelota en el patio de la casa, al cuidado de Alicia, su mamá.
Mami, me pegó y me esta doliendo.
Oscar, no seas pesado con tu hermana. No le andes pegando.
No, yo no fuí, fue Rolando, también a mi me ha pegado.
¿Quién es Rolando?
Es un amigo con el que jugamos alla en el patio.
La señora Alicia fue a la casa de los vecinos para dar la queja, pero nunca encontró a alguien que conociera a aquel niño.
2:30 AM
¡Ahí te va Rolando!
La mujer vió como los niños arrojaban la pelota y esta rebotaba hacia ellos por si sola como si alguien se las regresaba.
¿Niños que están haciendo? ¡Métanse a la casa!
Nooo. No se vayan.
¡Mamá, mamá! Rolando le esta pegando a Oscar.
¡Nooo! No me pegues, no.
La mamá salió al patio, ya no encontró a Oscar, nunca más.
Mami, fue Rolando. Rolando se lo llevó.
Los días pasaron y cuando aquella madre desconsolada que nunca pudo encontrar a Oscar y convencer a las autoridades de lo que había pasado con su hijo, en parte judicial se dió por cerrado el caso como un aparence secuestro.
Tiempo después la señora Alicia se encontraba lavando los platos de la comido cuando observó a travez de la ventana que en el patio dos sombras cruzaban todo el lugar y se metían por debajo del lavadero al mismo tiempo que escuchaba una voz que llamaba a su hija.
Sara, Sara. ¡Ven a jugar conmigo! ¡Sarita, quiero jugar contigo!
Mami, ahí esta Rolando. Quiere que juegue con él y me va a llevar igual como a Oscar.
Al no resistir más esta situación la mujer aterrorizada comentó con uno de sus hermanos mayores lo sucedido.
Oye pues sí que esta medio raro el asunto. Mira, justo aquí debajo del lavadero está la tierra muy suelta. Traeme la pala y el pico, ahorita sacamos lo que hay aquí igual y hasta hay un tesoro enterrado.
El hermano de Alicia se puso a escabar y nunca imaginó lo que encontraría.
¿Pero qué es esto? ¿Qué es esto?
¿Qué pasa? ¿Que hay?
No estoy seguro, pero creo que son restos humanos. Sabes que, lo mejor que podemos hacer es llevarlos al campo santo.
Efectivamente ahí estaban los restos de dos pequeños, uno al parecer Rolando totalmente descompuesto, y el otro, el de Oscar, con la ropa que vestía en el momento en que desapareció. Al sacar los esqueletos se dieron cuenta que se escuchaba una voz que salía de alguna parte de la casa que le pedía a la niña que jugara con él.
Sara, juega conmigo, ¡Anda! ¡Ven! ¡Ven!
Después de dar santa sepultura a aquellos restos los ruidos y tambien las apariciones de armando jamás volvieron a suceder. Cuando se realizaron las investigación se supo que Rolando fue un niño que en verdad existió, murió de forma trágica, ahogado en el lavadero donde se aparecia, además sus padres adoptivos lo habían enterrado en ese mismo lugar. Lo que nunca supimos es como el pequeño Oscar termino sus días y fue enterrado en ese patio, junto a Rolando...