Norma: Cuenta la leyenda que Verónica era una chava que le encantaba el espiritismo, pero una vez estuvo burlandose toda la noche de un espíritu. De repente, ese espíritu cobró vida y la golpeó tanto hasta matarla. Como murió violentamente su espíritu no descansa en paz, esta condenado a vagar buscando venganza entre aquellos que se meten con los muertos.
Ana: Ay no manches Norma, esa ni tu te la creiste, son puros cuentos para niños.
Norma y Ana eran dos jóvenes que hacían hechizos de magia blanca para encontrar el verdadero amor o pasar una materia.
Ana: Yo no creo en los espantos, creo en la influencia de los astros, en la energía, pero en fantasmas y esas cosas, para nada. Y para que veas que yo no me asusto tan fácilmente, ¡Ven! ¡Ven, vamos! Vamos al baño, te voy a demostrar ante el espejo que nada va a pasar si decimos el nombre de Verónica nueve veces.
Norma: Ana, ¿Tu estas loca? Debemos respetar lo que no conocemos, no te metas.
Ana: ¡Vamos! ¡Ay, ven!
Ana convenció a norma de participar en el juego, llegaron al baño de la escuela y se pararon frente a un espejo.
Ana: Mira ven, ven, ven. ¡Vamos!
Norma: No en serio que no. ¡No!
Ana: Y va la primera, y con ustedes ¡Verónica!
Norma: Ay, como eres, ah. Uno.
Ana: Verónica.
Norma: Dos.
Ana: Verónica
Norma: Ya van tres, ya, ya.
Ana: Ay, camate. Verónica.
Norma: Cuatro.
Ana: Verónica.
Norma: Cinco.
Ana: Verónica.
Norma: Seis.
Ana: Verooo... nica.
Norma: Ya vamonos ya son siete.
Ana: Verónica.
Norma: Ocho.
Ana: Y Verónica.
Norma: Nueve.
Ana: Ves no paso nada.
Norma: Ja ja ja, tienes razón. ¡Vamonos!
Convencidas de que no paso nada, Norma y Ana deciden irse, pero, al abrir la puerta...
Voz extraña: Ana. Norma. No se vayan. Sigamos jugando.
(Gritos y gritos y sonidos extraños)
Ahora dime... ¿Te atreves tú, a parate ante un espejo y decir el nombre de VERÓNICA NUEVE VECES?
Sigamos jugando. Radio Universal, viviendo el día de Muertos.