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El Payaso Diabólico

Esta es una parte de la vida Alejandra Medrano, ella vive actualmente en el fraccionamiento del Valle lugar donde ocurrió algo que cambió su vida para siempre.

La fecha: 1 de noviembre de 1999. Alejandra está en su habitación apunto de dormir, son las 12:00 de la noche.

Alejandra: ¡aahhh! hasta que por fin voy a dormir, pero ¿Qué es eso? desde que llegaron los nuevos vecinos su pequeña hija no me deja dormir.

Muchas fueron las noches en la que Alejandra despertaba de la misma manera con las risas de aquella niña y con la música que entonaba una suave melodía. Un día cuando ella llegó por la noche decidió irse a dormir, cuando sobre su cama se encontró un pequeño payasito sentado con los brazos caídos y con un aspecto sucio y descuidado lleno de tierra y manchado tal vez por el uso y el tiempo.

Alejandra:Ah caray, ¿Pero que hace este muñeco aquí?, ah ya se de seguro es el muñeco de la niña de los vecinos, lo más seguro es que hayan venido de visita y se les olvido, pero ya es tarde mejor mañana voy con los vecinos a devolverlo. Pero como le hace esta niña para que funcione, digo esta todo descompuesto, sucio, hasta parece que lo sacaron de la basura pero bueno mañana te regreso con tu dueña amiguito.

Alejandra estaba ya en un profundo sueño cuando unos ruidos la despertaron.

Alejandra: Ash, ¿qué pasa?

Niña: ¡Quiero mi muñeco! ¡Quiero mi muñeco! Regrésenmelo ¿dónde está? ¡Payasito!

Alejandra: Hay pobre niña de haber sabido que se iba a poner así por su payasito se lo llevo más temprano. Ahora si entre el llanto de la niña y la musiquita de este muñeco no voy a dormir, mejor se lo llevo de una vez, al fin que de seguro están despiertos con los llantos de su hija, sirve que así ya descanso.

A pesar de ser de tan de madrugada, Alejandra decidió ir a la casa de sus vecinos para entregar a aquel payaso que no la dejaba dormir. De la casa vecina, salió un hombre de edad avanzada, quien extrañado avanzó a la calle para encontrarse con Alejandra.

Alejandra: Mmm… ¡Buenas noches! Soy su vecina de aquí a lado y este… creo que tengo algo que les pertenece.

Señor: ¿A quién? ¿A mí?

Alejandra: No sé, creo que sí, es este payasito, creo que la niña que vive aquí lo dejo en mi habitación.

El vecino se sorprendió al ver aquel payaso y se quedó paralizado de la impresión. Alejandra al notar que el rostro de aquel hombre perdía los colores se preocupó bastante presintiendo que aquel payasito era más que un simple juguete.

Alejandra: ¿Qué tiene? ¿Qué le pasa?

Señor: Hay hija es que ese muñeco, sí, sí, en verdad pertenece a una niña solo que se trata de mi nieta. Ella y sus padres murieron en un accidente y cuando enterramos a mi nieta y por el aprecio que ella le tenía a este payasito decidimos enterrarla junto con él, hace, hace más de diez años.

A partir de esta noche Alejandra y tú tal vez ya no podrán conciliar el sueño y por las noches escucharán el llanto de la niña y la música derivada de aquel payaso.

Hoy que es día de muertos te recomendamos que tengas mucho cuidado al escuchar ruidos extraños en tu habitación, tal vez a partir de hoy encuentres niños jugando a la pelota y sonriendo y con alguien desconocido y en alguna discoteca conozcas a alguien muy extraño, si vas en tu coche es mejor que no miras al retrovisor y si encuentras una mujer  pidiendo auxilio sabes lo que pasara si te detienes, en estos días, es mejor que estés pendiente de los mensajes que los muertos tienen para ti y si es mejor cierra los ojos, aférrate a tu crucifijo, mira bien debajo de la cama si es que no  quieres sentir miedo.